Jackie Kennedy se ofreció a ayudar con su tiempo, dinero y nombre para que el Ayuntamiento de New York City no abandonara la estación.
En 1978 el Tribunal Supremo reconoció el derecho del público a proteger los edificios históricos. Para Jackie significó la victoria en una lucha más por la ciudad donde se crió.
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| Jackie delante de la fachada de Central Station |
Cuando falleció en 1994, cientos de personas escribieron en un libro de condolencias que se habilitó en el hall de la estación, donde acababan de colgar una placa en su honor.


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